Charlamos con Luis Geirnaerdt, Técnico de Campo de Bodem Bodegas.

Luis Geirnaerdt, Técnico de Campo de Bodem Bodegas, contesta a preguntas sobre cómo están evolucionando la innovadora bodega Bodem Bodegas ubicada en Cariñena y como afronta el futuro en el sector vitivinícola antes los retos que se avecinan.

¿Qué significa para Bodem Bodegas la palabra sostenible? ¿Cómo lo aplicáis?

La palabra sostenible significa para nosotros implementar métodos y medios que puedan crear un estilo de agricultura y producción circular, de tal modo que todos los procesos de producción estén optimizados para reducir el consumo de energía y desechar la menor cantidad posible de material.

Nuestro objetivo es conseguir que los productos con los que trabajamos sean utilizados de la manera más eficiente posible, ya sea con el reciclado de materiales auxiliares del embotellado, el aprovechamiento de lías o de orujos de vendimia para destilación o el uso de raspón para abono verde.

También intentamos ser autosuficientes energéticamente con la colocación de placas solares en el edificio, diseñadas para mantener la temperatura estable de manera pasiva y reduciendo así, el uso de equipos de frío.

Este año, habéis plantado varios tipos de uva. ¿Nos puedes decir cuáles y por qué os habéis decidido por estas variedades?

Este año hemos plantado tres variedades: Cariñena, Garnacha tinta y Garnacha Blanca.

Para esta vendimia estamos utilizando métodos más tradicionales y con mayor trabajo manual como la plantación en vaso o en eje vertical.

Los principales motivos que nos han hecho tomar esta decisión son la orografía del terreno, el tipo de suelo, su reserva útil (todo es secano) y la adaptación varietal al cambio climático.

En Bodem Bodegas los viñedos son en secano, ¿qué significa esto y que beneficios tiene para el medio ambiente?

Esto significa que no utilizamos ningún sistema de regadío, aprovechando únicamente la poca pluviometría de la zona de Cariñena, entre 350 y 450 mm. anuales de media.

Este aprovechamiento del agua se traduce, por un lado, en una menor emisión de CO2 por el uso de maquinaria y, por otro lado, en una manera de crear un espacio con menor intervención humana.

Desde que se creó la bodega en el año 2018 habéis aumentado las hectáreas de viñedos, ¿Cuántas tenéis ahora y qué características deben tener para que os fijéis en ellos?

Actualmente, con la plantación realizada durante este año tenemos 12 hectáreas en propiedad y 108 controladas.

Cuando nos fijamos en el suelo para plantar viñedos, nos centramos en la buena localización, en las características que debe tener para que se adapten las variedades locales.

Elaboráis vinos veganos, ¿También son ecológicos? ¿Cuál es la diferencia?

Elaboramos vinos veganos, lo cual quiere decir que en ninguna parte del proceso de producción se utilizan aditivos de origen animal, ya sea en fermentación o en estabilización.

Nosotros procuramos utilizar siempre métodos y principios activos ecológicos en nuestras viñas, pero decidimos no certificarnos, ya que preferimos disponer de las herramientas necesarias para poder producir con la máxima calidad de la uva.

La diferencia entre las dos certificaciones es que el certificado vegano tiene relación con la producción de vino y el de ecológico, con la producción de uva.

Cuéntanos cómo trabajáis el viñedo y el trabajo de elaboración en bodega.

Nuestra filosofía de elaboración es con una mínima intervención, tanto en campo como en bodega.

Sabemos que tenemos las condiciones adecuadas para elaborar uvas y vino de alta calidad, solo necesitan una pequeña reconducción o ayuda eventual.

Por lo tanto, la mayoría de nuestro trabajo en viñedo es manual con el concepto de la viticultura de precisión: poda de invierno y en verde individual para cada planta, sulfatos con mochila solo en aquellas zonas que son peligrosas y no cuando no es necesario, el tractor solo entra para labrar dos veces al año y en la vendimia.

Posteriormente, en bodega se procesa la uva de noche para que no llegue con exceso de temperatura y se fermenta con levaduras seleccionadas y nutrientes orgánicos en depósitos de acero inoxidable, con temperaturas controladas y con una mínima extracción, para no crear gustos ni aromas demasiado maduros.

Parte de la fermentación maloláctica se realiza en madera y otra parte en acero inoxidable.

Finalmente, se clarifica con proteína de guisante y se estabiliza con poliespartato en la línea de embotellado.

¿Qué trabajos estáis haciendo ahora en el viñedo? ¿Esta época es la más importante para preparar los viñedos para la vendimia?

Actualmente se ha realizado la poda en verde en los viñedos, permitiendo una mayor aireación y equilibrio de la cepa, produciendo lo necesario para obtener mayor calidad en función de las posibilidades del año.

Esta época no es la más importante para preparar la vendimia, pero es un momento de empezar a pensar en ello, ya cuajan las flores y podemos observar tendencias climáticas que nos permiten especular sobre cómo puede ser esta campaña, pero aún estamos a merced de muchas variables para poder predecir con seguridad.

¿Qué pasos habéis dado para ser una bodega sostenible y qué vais a hacer en un futuro para seguir manteniendo la misma filosofía?

Como se ha mencionado en la primera pregunta, ya hemos tomado el paso de instalar placas solares en el tejado de la bodega, utilizamos agua de pozo y tenemos una depuradora para tratar nuestros residuos y ser lo más sostenibles posible.

El reciclado y la reutilización de nuestros residuos están implementados en la filosofía de la bodega y del equipo, que también son muy responsables a la hora de analizar y mejorar sus propios procesos con el fin de minimizar el impacto en el medio ambiente.

Finalmente, para mantener esa filosofía vamos a continuar apoyando investigaciones que nos ayuden, en un futuro,  a crear procesos circulares que nos beneficien a nosotros pero sobre todo, al mundo en el que vivimos.